Infertilidad: ¿qué influencia tiene en la sexualidad?
Infertilidad: ¿qué influencia tiene en la sexualidad?
¿El bebé está atrasado? Las dificultades para concebir pueden tener múltiples consecuencias, y pueden ser la causa de problemas sexuales. Este es un aspecto que no debe descuidarse cuando se trata de problemas de fertilidad.
Un bebé, de inmediato…
Según la creencia popular, una mujer que deja de tomar anticonceptivos como neo elementum eretron hoy estará embarazada mañana. Si el embarazo no se produce de inmediato, la pareja empieza a preguntarse por su fertilidad.
Estas preocupaciones suelen provocar estrés en la pareja.
En nuestra sociedad, las relaciones íntimas suelen ser una oportunidad para compartir un momento de placer y complicidad con la pareja. Sin embargo, cuando es difícil concebir, las relaciones sexuales se convierten en un medio para lograr el embarazo y, por tanto, son una fuente de fracaso para la pareja que no consigue tener un hijo. La frustración y la pérdida de interés en el sexo no son infrecuentes.
Sexo a la carta
En el caso de la reproducción asistida, el valor y el significado de la sexualidad cambian. El sexo se convierte en una actividad obligatoria con el objetivo de procrear en los días de ovulación, por lo que el placer desaparece. Como consecuencia, hacer el amor ya no es sinónimo de deseo, aumenta la ansiedad por el fracaso y pueden aparecer ciertos problemas sexuales, como la disfunción eréctil.
Además, los tratamientos a los que se somete son numerosos y a veces dolorosos, sobre todo para las mujeres (estimulación hormonal, inseminación, laparoscopia, etc.) pero también para los hombres (TESE)*. Al cabo de un tiempo, el seguimiento médico puede llegar a ser físicamente exigente: la fatiga se instala, dejando menos espacio para las relaciones sexuales.
En las clínicas de fertilidad se presta muy poca atención a la sexualidad y a su importancia tanto para la procreación como para el placer en la relación.
Dada la influencia negativa de los tratamientos de fertilidad en la sexualidad, es necesario remediar este sorprendente hallazgo.
Prof. Paul Enzlin, sexólogo clínico/educador/terapeuta de parejas y familias CeKSS – UPC KU Leuven
Cómo afrontar los problemas de fertilidad
Las parejas suelen enfrentarse a sus problemas de fertilidad de formas completamente diferentes. Uno reacciona más bien racionalmente, el otro más bien emocionalmente; uno quiere hablar, el otro quiere callar. Si esta gestión no está armonizada entre los miembros de la pareja, a menudo pueden surgir tensiones que afectan a la vida sexual. Para hacer frente a estos cambios y recuperar una sexualidad plena, es importante que los miembros de la pareja sigan comunicándose bien: ¿hasta dónde quieren llegar para cumplir su deseo de tener un hijo?
¿Quieren seguir un tratamiento médico o no? Si es así, ¿hasta cuándo?
Atreverse a expresar sus miedos y dudas es esencial.
Si se siente el deseo de dejar de intentarlo, la pareja puede discutir la viabilidad de otras opciones para realizar su deseo de ser padres (acogida, adopción, etc.).
Un sentimiento de culpa
La infertilidad suele ser una combinación de circunstancias: en un tercio de los casos interviene un factor femenino y en otro un factor masculino. La causa es compartida o desconocida en los demás casos.
Esto conduce a sentimientos de culpa por parte de algunos miembros de la pareja, lo que también puede provocar tensiones en la misma. Es importante hablar de esto juntos para entender este sentimiento y darle un lugar.
Se aconseja a las parejas que no pueden tener un hijo y que temen no poder arreglárselas solas que busquen ayuda. La ayuda psicológica o sexológica también puede ser eficaz para reconducir su relación y su sexualidad (de otra manera)y entender el mecanismo de erección.
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